Río Yabón Sabana de la Mar
Yabón es el nombre que reciben tanto un río como una cascada y un salto que pueden observarse conjuntamente en un recorrido por la zona montañosa que bordea las provincias del Seibo y Sabana de la Mar. La cascada de Yabón es muy notable por su impresionante altura, caudal y potencia y constituye un atractivo turístico importante para visitantes alemanes y canadienses que trepan a la montaña para alcanzar la cima del salto. Se cree que el Salto de Yabón es el más alto del Caribe,
si bien no se han realizado mediciones, se presume que su caída ronda los 120 metros de altura
La caudalosidad del Río Yabón se debe a que su cauce se desprende directamente de una montaña. El Salto Yabón, en sí mismo, es en realidad, un río subterráneo que se quiebra en la montaña entre rocas de impresionante tamaño y que en su paso salpica las distintas especies de árboles y va dejando una estela de humo líquido, parecido a una neblina, lo que aporta vistosidad al espectáculo natural. El caudal del río permite irrigar zonas agrícolas en sus tramos altos y ganaderas en las partes bajas, convirtiéndose en caudaloso en su desembocadura al oeste y norte de Sabana de la Mar.
El agua de río Yabón es fría, lo que se explica por su procedencia montañosa y elevada. Al pie del salto se aprecia la charca de agua, una posa también impresionante, rodeada de una descomunal vegetación. La fauna de la zona es sobre todo silvestre con especies como el pájaro bobo, el pájaro carpintero, el cuervo, la cigua palmera, entre otras especies, cuyo canto y trinar hacen que no olvidemos que nos encontramos en medio de la naturaleza más tranquila. En las aguas del río Yabón se aprecian además diversas especies nativas de peces.
El mejor modo de alcanzar las alturas del Salto Yabón es a través de caballos, debido a lo accidentado del terreno compuesto en su mayor parte por precipicios y quebradas. Un método alternativo es hacerlo siguiendo el cauce del río Yabón, pero las rocas salientes y los abundantes charcos hacen que resulte tortuoso elevarnos hasta la cima.
El Yabón es un paraíso de misteriosa e impresionante belleza natural. A través de sus aguas, precipitadas en violentos brazos de espuma, en la niebla que circunda su cauce, en las rocas inmensas y deformes y en los cantos de los pájaros que ocultan el silencio de la zona, parecen esconderse secretos que la madre naturaleza está aguardando para revelarnos.
si bien no se han realizado mediciones, se presume que su caída ronda los 120 metros de altura
La caudalosidad del Río Yabón se debe a que su cauce se desprende directamente de una montaña. El Salto Yabón, en sí mismo, es en realidad, un río subterráneo que se quiebra en la montaña entre rocas de impresionante tamaño y que en su paso salpica las distintas especies de árboles y va dejando una estela de humo líquido, parecido a una neblina, lo que aporta vistosidad al espectáculo natural. El caudal del río permite irrigar zonas agrícolas en sus tramos altos y ganaderas en las partes bajas, convirtiéndose en caudaloso en su desembocadura al oeste y norte de Sabana de la Mar.
El agua de río Yabón es fría, lo que se explica por su procedencia montañosa y elevada. Al pie del salto se aprecia la charca de agua, una posa también impresionante, rodeada de una descomunal vegetación. La fauna de la zona es sobre todo silvestre con especies como el pájaro bobo, el pájaro carpintero, el cuervo, la cigua palmera, entre otras especies, cuyo canto y trinar hacen que no olvidemos que nos encontramos en medio de la naturaleza más tranquila. En las aguas del río Yabón se aprecian además diversas especies nativas de peces.
El mejor modo de alcanzar las alturas del Salto Yabón es a través de caballos, debido a lo accidentado del terreno compuesto en su mayor parte por precipicios y quebradas. Un método alternativo es hacerlo siguiendo el cauce del río Yabón, pero las rocas salientes y los abundantes charcos hacen que resulte tortuoso elevarnos hasta la cima.
El Yabón es un paraíso de misteriosa e impresionante belleza natural. A través de sus aguas, precipitadas en violentos brazos de espuma, en la niebla que circunda su cauce, en las rocas inmensas y deformes y en los cantos de los pájaros que ocultan el silencio de la zona, parecen esconderse secretos que la madre naturaleza está aguardando para revelarnos.
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